
El exceso de concentraciones de polvo de Sahara en la atmósfera han retrasada ya más de dos meses la formación de huracanes y tormentas tropicales.
Según señaló el experto, se ha reducido la posibilidad que pueda producirse un ciclón, pues las ondas tropicales de las costas de África se han debilitado y perdido su campo nuboso.
Además estos sucesos también ha impedido la formación de huracanes, pero en el Pacifico puede repercutir el fenómeno de “El Niño” a fin de temporada, según los meteorólogos.
Solo el año 1914 se registró el comienzo tardío de temporada de ciclones, formándose la única tormenta tropical un 15 de septiembre.
Aunque aun no ha terminado su periodo, que comienza la segunda quincena de agosto, será una temporada de menos ciclones, aunque los especialistas aconsejan no bajar al guardia, pues la naturaleza es impredecible.
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